Historia

Historia

Resaltar el cariño que los vecinos de Pradales, Carabias y Ciruelos tienen a sus Iglesias, que con tanta pasión, devoción  y esfuerzo las cuidan y miman.

PRADALES- LA IGLESIA DE LA VISITACIÓN DE NUESTRA SEÑORA

La IGLESIA DE LA VISITACIÓN DE NUESTRA SEÑORA de Pradales es un templo románico de cabecera rectangular, con sacristía adosada en el lado norte y campanil de dos vanos sobre el muro oeste. Recientemente los vecinos la han restaurado con cariño y primor.

Las cornisas de la nave y la cabecera son de piedra labrada sobre canecillos lisos. Para contener los empujes de la bóveda, el muro sur de la cabecera de reforzó con dos contrafuertes. El frente de la cabecera presenta una ventana románica cuyos capiteles se decoran con motivos vegetales.

También es románica la portada que se abre en el muro sur. Es de dos arquivoltas, con trasdós liso, que apoyan en impostas molduradas. A través de esta portada accedemos al interior de la nave. El coro se levanta al fondo. Es de madera y su viga maestra apoya en dos columnas de piedra. La pila bautismal se decora en forma de cáliz de flor, con pétalos estilizados. Parece obra del siglo XVI.

Junto al arco triunfal se disponen dos retablillos barrocos. El del lado del Evangelio está dedicado a la Virgen y conserva una tosca imagen de San Antonio de Padua en el remate. El del lado del Evangelio tiene una hornacina lobulada que alberga un Cristo crucificado y una imagen de difícil identificación en el remate.

El arco triunfal es románico y doblado. La dobladura apoya en capiteles decoradas con piñas y ábacos similares a las molduras de la portada. Originan una imposta que recorre los muros de la cabecera. La cabecera se cubre con bóveda de medio cañón mal planteada, que hubo de ser reforzada con los contrafuertes mencionados y un arco fajón de madera. En el suelo se conservan losas sepulcrales de los siglos XVI y XVII. Los muros laterales presentan sendos arcos ciegos. El del lado norte se hizo practicable para dar paso a la sacristía.

El retablo mayor es barroco, dorado y de tres calles. En la central, encima del sagrario se abre la hornacina que acoge una imagen medieval de la Virgen con el Niño. La Virgen aparece sentada en trono celestial, sujetando en la mano derecha la manzana del Paraíso. Se le pusieron posteriormente ojos de cristal, igual que al Niño,. El remate es un medallón con una custodia labrada. Las calles laterales están flanqueadas por columnas salomónicas adornadas con racimos de vid y en sus hornacinas se alojan las imágenes de San Pedro y San Bartolomé, cuya fiesta se celebra el domingo anterior al 24 de agosto.

CARABIAS- LA IGLESIA DE SAN JUAN DEGOLLADO

La IGLESIA DE SAN JUAN DEGOLLADO de Carabias es un templo sencillo y humilde, cuidado con cariño y devoción por los vecinos del lugar. Consta de una sola nave rematada con cabecera cuadrangular. A los pies se levanta la espadaña, el elemento arquitectónico más destacable del edificio.

El templo se construye con mampostería reforzada con sillares en vanos y esquinas. El único muro de sillería es el que cierra la nave y sustenta la espadaña. En él se abre una ventana circular. La espadaña se separa de este paño con una fina cornisa, tiene forma de frontón peraltado en el que se abren dos grandes arcos de medio punto para las campanas. Entre estos dos, y en la parte superior, se abre otro vano más pequeño, dos pináculos a los lados y otro en el centro completan el conjunto.

Al sur se adosó un volumen alargado, dividido por un tabique interior para cumplir la doble función de atrio y sacristía. Sobre él, en la cornisa de la nave se puede observar un conjunto de canecillos que en la zona son característicos, aunque no exclusivos, de la arquitectura románica. La puerta era adintelada y se ha sustituido por un arco rebajado en la restauración. Dentro del atrio se conserva la base del púlpito y la pila para el agua bendita. La puerta de acceso es un arco de medio punto con dovelas de buen tamaño.

En el interior de la nave, el coro se dispone al fondo y la pila bautismal debajo de él. La cubierta estaba arruinada y se rehízo en la restauración. Frente a la puerta se sitúa un Cristo crucificado sobre un paño de azul nazareno. En el muro sur se abre la puerta de la sacristía.

El arco triunfal es de piedra y descansa sobre impostas lisas. La cabecera se cubre con bóveda de arista aunque en las esquinas se conservan los arranques de unos nervios que pudo tener en un momento anterior, toda la cornisa es de piedra, adornada con moldura de gola. Da la impresión que la cabecera podría ser una parte del edificio construida en el siglo XVI. El retablo mayor es neoclásico, policromado y de tres calles. En la calle central se dispone el sagrario y, sobre él, la hornacina con el santo titular. En las hornacinas laterales, el Sagrado Corazón y la Virgen del Carmen.

Además de patrimonio religioso destacar las ruinas de dos molinos harineros, uno de los cuales situado en lo que se conoce como Camino del Molino de la Hoz. Unas edificaciones que ya se documentan en el siglo XVIII. En aquel entonces, uno de ellos era propiedad de Juan Durango, vecino de Sepúlveda. Hace ya casi tres siglos no le daba ningún uso. El segundo molino era de Juan García, vecino del cercano Cedillo de la Torre. A este propietario el molino le producía quinientos ochenta y cuatro reales.

Estos molinos utilizaban el agua de los arroyos de la Hoz y de la Hocecilla, que atraviesan la zona. Y es que en este término abundan los montes de robles, encinas, enebros, así como algún pino negral, que viven en un terreno más bien pedregoso.

Y no dejar de ver la zona llamada  Los Quemados, una de las fortificaciones mejor construida por los arevacos para defenderse de el avance de las tropas romanas.

Hoy día es una de las murallas mejor conservada de la provincia de Segovia situada cerca de Carabias cuyo perímetro ronda los 1300 metros.

CIRUELOS DE PRADALES- La Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad

La IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA NATIVIDAD de Ciruelos estuvo arruinada y ha sido restaurada por los vecinos e hijos del pueblo con tesón y cariño, bajo la dirección del arquitecto don Fernando Vela. Consta de una sola nave rematada con cabecera cuadrangular. Sus elementos más interesantes son la espadaña y la portada.

A través del "Diccionario geográfico, Estadístico e Histórico" (1.845-1.850) de Pascual Madoz, sabemos que al menos desde mediados del siglo XIX era parroquia aneja a la de Pradales, cuyo párroco nombrada un teniente para servirla.

La espadaña se levanta sobre el muro de cierre de la nave, al oeste, formando un conjunto realizado en piedra de sillería. El final de este muro termina en una cornisa prominente en forma de gola. Sobre ella se levanta el cuerpo del campanario, flanqueado por pináculos con bolas. Los arcos que albergan las campanas son estrechos y elevados, con unas falsas balaustradas en la parte inferior. Apoyan en una imposta lisa que recorre todo el perímetro del cuerpo. Otra cornisa muy marcada sustenta el remate triangular en el que se abre un arco ornamental.

El acceso se realiza por el muro sur, a través de una portada románica. Consta de dos arquivoltas: La interior se decora con puntiagudas rosetas de cuatro puntas con círculos. La exterior es con curva de nacela y tiene trasdós sin decoración. Tanto las arquivoltas como el trasdós apoyan en impostas decoradas con las mismas rosetas.

Ya en el interior, el coro se alza a los pies de la nave y debajo se encuentra la pila bautismal de piedra. Aunque no es románica, sigue la tradición de esas pilas y el vaso se adorna en forma de cáliz de flor con los pétalos muy estilizados y bocel en el borde. El pie es de sección cuadrada moldurado con toro-escocia. La nave se cubre con cubierta de madera y el suelo de piedra es el original, con losas para los enterramientos, con ranura abierta en una de cada tres. Frente a la entrada, en el muro norte, se abre una hornacina que alberga una imagen de San José que se venera como San Antonio de Padua. Junto a él, sobre paño de color nazareno, una talla de Cristo crucificado.

El arco triunfal es de medio punto, sobre impostas lisas. Junto al arco, en el lado del Evangelio (norte) se levanta el púlpito. La cabecera, muy reformada, pudo estar cubierta con bóveda de medio cañón. Conserva un vano abocinado en el muro este, ahora usado como hornacina en la que se dispone la imagen de la titular. Al este de la se añadió la sacristía, a la que se accede poru una puerta baja. Cabecera y sacristía se cubren con la misma cubierta de madera y parecen el mismo volumen al exterior.

Y ya por último no olvidarse de ver la curiosa Posada Real de Caminos que ofrecía alojamiento a personas y descanso a caballos, donde se cobraba peaje por circulación de personas y mercancias, impidiendo su l paso a través de una cadena.